Prisionero
está tu nombre en mi voz,
en el silencio de mis sentidos.
Esclavo mi propio ser
de tu presencia.
Y el sueño,que las noches trae
alivia el sentimiento,
del corazón que palpita.
Fuego que en la sangre
recorre entero mi cuerpo,
arde sin tregua.
Romance
en la calma de tú sonrisa,
y alivio de la sed de mi boca
en la tuya.
Prisionero está tu nombre,
en el silencio.
Esclavo está mi ser,
de tú presencia.
Alivio en los sueños
de esta condena.
Paulina Moya
©2012 Paulina Moya
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