Las sombras del cielo caen,
sobre la cabeza humana.
El fuego quema la piel
de la tierra;
cubriéndola de escombros
y cenizas.
Árida la mirada se cierne,
en el vacío del mundo,
que antaño surcaba entre
las manos el mar eterno...
Prisas hay,
por los caminos de ida y vuelta;
y en ninguno de ellos,
un solo momento para
detener el paso.
Que hoy, cuando llueve
quema los labios;
dejándolos mudos y huérfanos
de palabras doradas.
Que ya no sonríe la luna,
cuando los besos flotan
en el aire...
Que ya no guarda celoso,
secretos el fondo del mar...
¿ Quién es, el que llega
a deshacer el invierno
tan solo con un suspiro ?.
¡ Que vuelva !.
Paulina Moya
©2012 Paulina Moya
