miércoles, 29 de febrero de 2012

EL MANTO

Como tus castaños ojos arrugados,
en el horizonte se abre
el pensamiento lila.
La misma nota violeta,
cuenta la historia blanca
en un azul melodía.
Con el corazón hinchado de rosa,
se viste el amanecer,
después de la noche de rojas llamas
y de destellos púrpuras.
Malva que llueve
en flores y más flores turquesas.
Los campos están verdes,
llenos de sabor grosella.
¡Vá en pistacho,
el mencionado turquesa!.
Lleno de carmesí que existe;
que a otro mundo interrumpe
la amarilla tempestad de influencias.
Me roza en caricias el verdigrís,
con la elegancia que le distingue
bajo un mar de oro y plata;
y mis manos se vuelven moradas
entre nubes grises,
tras la arena que pise
el ocre de la playa.
Va despertando bajo el "manto"
berbellón y no se hunde,
por si quisiera en un índigo
furioso aparecer.
La gente se despierta dulcemente;
y sus ojos ya no son marrones
ni son olvido
de expresión viridina;
ni como antes"confusión".
Ahora son ángeles
vestidos de salmón,
y sus cuerpos sostienen
un marco negro que desprende,
un aroma de expresiones...
"Es mi manto de color".
                                                       ©2012 Paulina Moya           
Paulina Moya         25-4-1997