En las horas
que alumbra la luna,
pierdo el aliento
con el salvaje destino,
que aguarda sigiloso
delante de mis ojos.
Dolorida ralentizo mis manos,
que locamente acarician
el terciopelo de la medianoche;
y aspiro profundo
oliendo el mar lejano.
Escucho el viento,
perfumado,
musitar en mis oídos,
de secretos que algún día
serán sueños.
El manto que se asoma
en tu ventana,
viste mi piel furtiva,
aquí, ahora y siempre
me quedaré.
Paulina Moya
©2012
Paulina Moya
martes, 13 de noviembre de 2012
lunes, 12 de noviembre de 2012
LAS DOCE ESTRELLAS
Las doce estrellas
que las horas marcan,
alcanzarán mis dedos
en esta noche .
Cuando el amargo sabor
del viento lluvioso,
roce a mis pálidos labios,
callará mi voz.
Escrito en los momentos
de mi cuerpo humano,
las yagas aún sangrantes
de los deseos.
Y detrás de los días
quedarán mis brazos,
rodeando tu cuerpo.
Las doce estrellas
que las horas marcan,
hablarán en mi boca
esta noche.
Cuando el pesado dolor
del amor olvidado,
apague la luz de tus ojos...
El tiempo habrá acabado.
Paulina Moya ©2012 Paulina Moya
que las horas marcan,
alcanzarán mis dedos
en esta noche .
Cuando el amargo sabor
del viento lluvioso,
roce a mis pálidos labios,
callará mi voz.
Escrito en los momentos
de mi cuerpo humano,
las yagas aún sangrantes
de los deseos.
Y detrás de los días
quedarán mis brazos,
rodeando tu cuerpo.
Las doce estrellas
que las horas marcan,
hablarán en mi boca
esta noche.
Cuando el pesado dolor
del amor olvidado,
apague la luz de tus ojos...
El tiempo habrá acabado.
Paulina Moya ©2012 Paulina Moya
SOLEDAD PROFUNDA
Quienes son los extarños,
amantes fugados, amantes perdidos.
Quienes duermen en la memoria,
dolencias de pieles sedientas.
Calla la voz susurrante
ante la palabra prohibida.
En las horas de la noche ,
el fuego arde entre cenizas ...
Quienes son los cansados ,
conocedores de lugares olvidados.
Quienes lloran en la nostalgia ,
lágrimas de la soledad profunda...
Mueren los labios resecos,
en el desierto helado.
Ante el sol del nuevo día,
los ojos quedaran ciegos.
Paulina Moya©2012 Paulina Moya
amantes fugados, amantes perdidos.
Quienes duermen en la memoria,
dolencias de pieles sedientas.
Calla la voz susurrante
ante la palabra prohibida.
En las horas de la noche ,
el fuego arde entre cenizas ...
Quienes son los cansados ,
conocedores de lugares olvidados.
Quienes lloran en la nostalgia ,
lágrimas de la soledad profunda...
Mueren los labios resecos,
en el desierto helado.
Ante el sol del nuevo día,
los ojos quedaran ciegos.
Paulina Moya©2012 Paulina Moya
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