Se alza el aire,
hacia el rugido
del mar furioso.
En la pesada noche,
van cayendo
una a una las estrellas.
Y en las olas hambrientas,
se hunden sin remedio.
Los secretos se retuercen
entre la espuma sangrante,
que agoniza entre mareas.
Y en la profundidad
muere el momento,
que lento suspira
diciéndome adiós.
Paulina Moya
©2012 Paulina Moya
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